Esta actividad estaba pensada para niños bastante más pequeños. Te daban 4 viñetas bastante poco inspiradoras (una mujer (fea, fea, fea) yendo a comprar,cocinando y comiendo con otra persona). Y tenías que escribir la historia. Había poco espacio y poco tiempo, por eso es tan escueta. Pero me gusta.
Hastío
Doña
Josefa fue a comprar la comida para su hijo desagradecido, como todos los días
desde hacía veinte años. Tras la charla insulsa de rigor con el tendero, se
dirigió casa arrastrando los pies.
Mientras
cortaba las salchichas para que su hijo mimado no tuviera que esforzarse
demasiado en masticar se cortó con el cuchillo. Viendo la sangre correr lenta y
espesa por su dedo tuvo una extraña sensación. Con la mirada vacía, cogió el
arsénico del armario (¿quién no guarda un poquito de arsénico para ocasiones
especiales?) y se lo echó a la comida.
Llevó
los platos al comedor y llamó a su hijo. Junto, comieron sin dirigirse la
palabra; el hijo mirando embobado la tele y la madre llorando en silencio.
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